L.P.R. de 3º nos plantea unos interrogantes:
¿Qué pasaría si un día te despiertas y estás en una habitación que no es la tuya? ¿Qué pasaría si un pingüino se colase en tu clase? ¿Qué pasaría si un duende...?
¡Animaros a leer su cuento!.
Esta es mi historia que ocurrió una mañana de un verano cualquiera, a punto de terminar.
El día anterior –a esa mañana- , mi mamá me había comprado unas zapatillas de deporte -¡Nike!- que quería desde hace tiempo. Estaba deseando estrenarlas. Así que cuando me levanté, vestí y desayuné fui, de inmediato, a colocarme mis zapatillas nuevas. Abrí la caja y …¡CHAS! Me encontré un duende. Me puse histérica, me entró pánico, no sabía qué hacer.
- ¿Quién eres?- le pregunté asustada-
- Soy un duende mágico –respondió-
- ¿Mágico? ¿Eso significa que eres bueno?
-Sí. Puedo concederte tres deseos –me miró con unos ojos muy grandes-.
Dejé al duende en la caja y me preparé para ir al cole. No me podía creer lo que me había pasado y me daba miedo contárselo a alguien. Tenía tantos nervios que, de camino a la escuela, me puse malita y empecé a vomitar. Entonces fue cuando pedí mi primer deseo.
- Por favor, duende, quiero estar sana.
Se cumplió al instante. En unos minutos, mi barriga dejó de dar vueltas y me sentí tranquila. Luego, justo antes de entrar en clase, apareció y me susurró al oído:
- No te dejes engañar por la avaricia, por favor. Lo importante es saber pedir bien los deseos, los que verdaderamente necesites.
Luego se fue y nunca más he vuelto a verlo. Sigo mirando en la caja de las zapatillas -ya no tan nuevas-. Estoy segura de que estará concediendo deseos por todo el mundo, y viviendo un montón de aventuras diferentes.
Y colorín, colorende, aquí termina la historia del duende.
Gracias L.P.R. ¡Enhorabuena!
¡Cuidaros mucho! Ser responsables en vuestras salidas y seguir disfrutando en casa de la lectura.
#EstamosConectados #QuédateConUnLibro
No hay comentarios:
Publicar un comentario